Entrevista a Alejandro Chiarella de ashtanga baires

Desde Belgrano me fui hasta Martinez, a la escuela de Ashtanga baires de la calle Caracas casi esquina Av. Dardo Rocha. Un portón de acero con un símbolo en sanscrito fue lo que me hizo darme cuenta de que dentro de esos muros, estaba su escuela. Alejandro llegó puntual, le elogié su espacio, un lugar con una pileta preciosa y una sala donde dentro se estaba dictando clase con un instructor de su escuela.

Caminamos hasta un barcito donde ordenamos algo y luego de probar varios sistemas de grabación de audio, comencé a preguntarle. Estaba curiosa, yo, enamorada del ashtanga, tenía que saber cómo es que llegó este sistema al país, es cómo trazar un árbol genealógico no?

Alejandro aceptó mi entrevista sin cuestionamientos.

Nos reimos mucho. Hablé mucho. A continuación el resultado de la transcripción de audio a texto.

Deseo que lo disfruten de la misma forma que disfruté yo al conversar con él.

VG:- Donde  naciste? Edad? Crianza? Familia?

ACH: – Nací en argentina en buenos aires, familia?, papá, mamá, 2 hermanos más varones, éramos 3 varones, después mis padres se separaron y tuvo 2 varones más, así que somos 5 hermanos, colegio, mucho club, mucho deporte, nací en Martinez fui al colegio Saint Jones. Muchos hermanos, muchos amigos en casa,  mucho deporte club y esas cosas.

VG: -Antes del yoga que hacía Alejandro?

VG: -Porque comenzaste a practicar yoga?

ACH: – Mirá, tenía muchos amigos,  me gustaba mucho salir, me gustaban las fiestas y todas esas cosas,  también me gustaba mucho el deporte, yo jugué al rugby, mi papá era de ir al club, jugué hasta los 17 años el último partido, a los 15 años me accidente muy fuerte en auto y me quebré las dos piernas y tuve una contusión cerebral, eso me fue aislando del rugby por que no podía jugar ya tan bien como estaba jugando y bueno, ahí empecé a buscar deportes alternativos menos agresivos, entonces, me dediqué mucho a la natación y al paddle y que se yo, un montón de deportes, siempre fui muy deportista, entonces un día un amigo me dice: –  mira estoy haciendo yoga, también él era muy deportista, y me muestra unos ejercicios que eran mover la panza, yo lo quedé mirando y dije: – Que es eso?, que increíble!, a ver mostrámelo!, eso era yoga para mí, mover la panza para adentro y para afuera (risas). Me llamo mucho la atención entonces empecé a investigar, en esa época no había computación entonces me compre un libro que se llama “Practico yoga” de un autor europeo que había ido a India y ahí en India luego de recorrerla y de haber estado con muchos maestros se armó un libro muy bueno, a mí me encantó! Tenia más o menos a los 17 años yo.

Lo lei, practique de a poquito y me di cuenta mientras practicaba, que yo ya de chico practicaba posturas. Cuando estaba en la cama ponía las piernas para atrás, para adelante, sentía placer, me estiraba, dormía en una cucheta, estaba como en mi mundo, era algo espontaneo y natural.

Empecé a comprar más y más libros y comencé a ir a una clase donde eran todas Sras. de 80 años y yo de 23 años, mis amigos me cargaban en ese momento más o menos por el 87: – Estás loco, me decían.

Iba a hacer yoga con las Sras. y hacíamos meditación también. Ahí comencé a meditar.

Luego hice la colimba y cuando volví hice 2 años de medicina, soy una apasionado de la medicina, me fue muy bien el primer año y el segundo me costó porque comencé a trabajar en una agencia de publicidad, luego en un colegio y ya no la pude seguir. Me costó mucho 3er. año, de las 3 materias que cursaba tarde 1 año en aprobar una que venía arrastrando de 2do año. Y comencé a volar para Aerolineas Argentinas como comisario de abordo.

VG: -Cómo llegaste y porque te quedaste en el ashtanga?

ACH: – Bueno yo ya estaba establecido, tenía mis ingresos ya estaba con mi mujer (hace 25 años que estamos juntos) y bueno, nosotros en la aerolinea íbamos a Nueva Zelanda donde nos quedábamos 2 o 3 días y en ese tiempo busque un lugar donde practicar yoga. Era algo impresionante totalmente diferente a Argentina y en ese espacio hacían el mismo sistema que yo estaba haciendo que en ese momento era Iyengar. Un día, Peter (el dueño de la escuela de yoga en NZ) había vuelto de India y me dice: – Che Ale, mirá, aprendí un sistema nuevo de yoga que te va a gustar mucho, veníte mañana temprano que te lo paso, le dije: – Mira mmm no me interesa…

Yo estaba re copado con mi sistema Iyengar no quería confundirme más y lógicamente, no fui. Al otro día fui a practicar Iyengar. Peter insistió y me dijo: -Ale, yo te conozco, sé que te vá a gustar.

En las clases de Iyengar eran 20 personas ponéle, bué, fui por compromiso nomás, cuando entré éramos 3 o 4, evidentemente estábamos todos en el sistema de confort (método Iyengar que venían haciendo todos en ese momento), entonces hice los primeros saludos al sol las primeras posturas y fue como si algo, fue como si una bomba me explotara dentro mío y me dije:

– Que es esto?

Cuando me acosté en la relajación fue un silencio muy profundo un reconocimiento muy profundo de mi mismo, se alineó todo lo que yo ya sabía, la medicina, el yoga, todo fue como, viste cuando hay cuentas de madera desperdigadas por la mesa y viene algo o alguien con un hilo y las hila y ya no son cuentas desperdigadas sino, no sé, un collar? Exactamente eso sentí: un alineamiento. El ashtanga fue un hilo conductor, con un orden, sosteniendo todo. En ese momento no le di la dimensión que tiene, hoy día me doy cuenta, lo veo en la escuela, tanta gente que pasó tanta gente que me hizo bien y yo a ellos no?

VG: – Una inquietud personal todavía vigente?

ACH: – Hay muchísimas cosas irresueltas, lo que pasa es que tengo la certeza de que el resultado o lo que yo busco no está afuera, está dentro mío, y esa certeza te dá mucha fuerza y me transmite mucha paz, sé que no tengo que ir a ningún lugar sagrado ni buscar afuera. Ese es el corazón del yoga, de las Vedantas, de los Upanishads, de los Yoga sutras, el corazón de todos estos textos es eso. Es que vos ya sos la presencia en si misma pura y perfecta y todo lo que esta fuera hace de espejo de eso, entonces vos pensás que, por ejemplo hablando del materialismo, vos pensás que necesitas materiales para encontrar esa felicidad y en realidad lo que haces es rellenar con cosas el vacío interior, todo eso lleva a un circulo de infelicidad del que tarde o temprano vas a despertar, el yoga habla de eso: vos sos conciencia pura.

VG: – Cómo fue “dedicarse enteramente” a dictar clases de ashtanga?

ACH: – Fue muy tarde, fue hace muy poquito tiempo que deje de volar para dicar clases de ashtanga porque económicamente no era viable, fui comisario de abordo 25 años, Ashtanga Baires nació en el 94, cuando estaba en buenos aires daba clases yo y cuando no estaba (porque volaba), dejaba a un profesor formado por mí para que me reemplace, era una changuita, eramos 2, 3, 4 alumnos y fue creciendo. Comencé dando clases en el living de la casa del abuelo de un amigo.

VG: – Hubo un día un momento donde imaginaste que ibas a estar 22 años enseñando?

ACH: – No de ninguna manera, nunca jamás lo planeé ni lo imaginé, es más,  yo no quería ser profesor de yoga, no me interesaba, era algo muy interno mío, había mucho para limpiar para trabajar todavía. La enseñanza surgió cuando una amiga de mi mujer estaba con unos dolores y mi mujer me dijo: – Por qué no le enseñas yoga?, y bueno, lo hice para ayudarla y ella se fue re contenta y me dijo: – Cuando nos volvemos a juntar?, y así con ella luego vino otra, y otra y mi mujer me decía vos tenés mucha capacidad para enseñar, tenés que enseñar. Y bueno así se fue armando. Eso me llamo la atención, la gente se sentía bien.

VG: – Cuál es tu opinión sobre el ashtanga y sobre el yoga en Argentina hoy en la actualidad?

VG: – Que quisieras que suceda de hoy a 5 años con el yoga?

ACH: – Estamos en una época que se llama Kali yuga que es de caos y destrucción y lo que sucede con el yoga es justamente eso, está en un cambio. Todas las enseñanzas han degenerado, han bajado su nivel su potencia y el yoga en este momento está en un nivel bajo, no hay gurús, eso es un síntoma del Kali yuga, la transformación es grupal. Yo creo que el yoga era practicado profundamente por algunos en la antigüedad y que hoy es practicado masivamente pero superficialmente, corremos el riesgo de perder la profundidad del yoga en sus enseñanzas, no es solo posturas, las posturas es lo que más le interesa a la gente pero eso es solo la punta del iceberg.

VG: – Que quisieras que suceda de hoy a 20 años más con Alejandro y Ashtanga Baires?

ACH: – Lo que más que gustaría seria alinearme con el deseo divino. Me        siento alineado (sonríe).

VG: – Los beneficios del yoga son medicamente muy positivos, porque pensás que la práctica no es tan popular como debería o como en otros países del mundo?

ACH: – Es cuestión de tiempo. Somos un continente joven, en Europa ya hay cobertura médica que incluye sesiones de yoga como terapias, tarde o temprano va a suceder lo mismo en América, vos pensá que Iyengar llego en 1920/30 aprox. a Suiza y de ahí comenzó a recorrer Europa y a dar clases para un grupo de intelectuales muy reducido, muy selecto. Yo lo vi cuando volaba, veía afuera lo que acá llegaba 25 años luego, al yoga no lo hubiera descubierto si no hubiera pisado Europa, acá no había gente que practicaba, yo no conocía, yo tenía que irme a NZ a aprender y a practicar la serie y acordarme como era, y cuando estaba acá no me acordaba, yo me llevaba un papelito y una birome y me hacía dibujitos con las posturas mientras Peter explicaba, Peter me miraba dibujando en el  medio de una clase y yo le pedía perdón: – Perdón perdón…y seguía dibujando hombrecitos haciendo posturas.

VG: – De tu profesión, que te emociona?

ACH: – Me emociona mucho cuando un alumno transmuta un dolor, un dolor emocional, lo transmuta a través del esfuerzo de venir a practicar. Hay gente que viene muy mal herida, recordé a una persona que cuando entró, solo de verla daba dolor y no sabes cómo floreció, recordar eso me emociona mucho (le pido que no se emocione o me pongo a llorar yo también, nos reímos)

VG: – De tu profesión que te ofusca?

ACH: – Me ofusca a veces, bah, no sé si me ofusca, me molesta cuando se siguen modelos rehechos, cuando se sigue buscando afuera, copiando modelos, dogmatizando, me molesta, si si. Me molesta eso.

VG: – Se debe seguir practicando cuando hay una pequeña molestia?

ACH: – Nosotros tenemos que seguir practicando porque tenemos que sanar nuestros tres aspectos: nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestra mente, pero si nos duele las muñecas o los codos hay alternativas, por ejemplo: cambiar la posición de las manos, flexionar un poquito los codos, hay variantes, tengo que seguir practicando aplicando las variantes para seguir sanándome acorde a mis aptitudes. Seguir practicando cuando hay un dolor es una característica del Kali yuga, de hecho lo he visto mucho en India, he visto a personas tener dolores en la rodilla y ver cómo le indican de seguir haciendo el loto, hay que buscar variantes. No hay que pegarse al dogmatismo, eso sí me molesta. No negociar con ellos mismos, está bien, pero el problema es cuando no negocias con el alumno y eso puede causar lesiones.

VG: – Sabemos que las escrituras hindúes  budistas hablan en su centro del desapego de la vida temporaria que tenemos carnalmente en este plano, es por eso que la finalización de cualquier práctica de yoga sea justamente la asana savasana que simboliza “el muerto”?.  Alguna reflexión?

ACH: – Nunca lo había pensado, en interesante tu observación, te felicito es una muy buena observación.

VG: – Conociste al creador de la serie PJ y a su nieto, alguna anécdota para contar?, lo mismo con Iyengar.

ACH: – La primera vez que fui a practicar con Pathabi Jois, me levanté de savasana, del renacer como bien vos dijiste, y ví que la gente estaba haciendo una fila para agacharse y besarle los pies, me sentí incómodo y no entendí porque hacían eso, si esto no es India (pensé), esa es una costumbre oriental no occidental. Al mismo tiempo me sorprendí de mis pensamientos en ese momento, eran muy rígidos y ajenos y se formaban en mi mente, entonces me fui, al segundo día lo mismo, me puse rígido y dije “yo no le voy a besar lo pies” y ahí mismo me pregunte “pero porque no le voy a besar los pies?” y al tercer día hice la fila y en el momento de agacharme para agradecerle besándole los pies, me reía porque me acordaba de todo lo que había pensado los 2 días anteriores,  descubrí que seguía siendo yo incluso besándole los pies a Pathabi Jois.

VG: – Una anécdota en India

ACH: – Uuuuuh, muchísimas!, tengo tantas! A ver, dejáme pensar. Estábamos en la estación de tren como mi mujer y había un montón de soldados, como yo no encontraba el tren que teníamos que tomar, me alejé para averiguar y le digo a Vicky: – Quedáte con las valijas, cuando vuelvo la veo a ella y alrededor muchos hombres mirándola y acercándosele! , la rodeaban!, de pronto ella levantó la mano como haciendo un gesto y salieron todos corriendo! Muy gracioso.

VG: – Hubo un enriquecimiento espiritual especial al descubrirte en India?

ACH: – Si, una charla con mi profesor de filosofía. Cuando la charla terminó, nos miramos a los ojos y algo pasó, ese día sentí una apertura muy grande que siguió los días subsiguientes.

VG: – Meditás?

ACH: – Si, todos los días y varias veces al día.

VG: – Un deva que invocás?

ACH: – No invoco a ninguno, no creo en Dios, lo veo y sé que existe, está en todos lados, no es que invocarlo es creer. Hay una fuerza mayor que se manifiesta como vos, como yo, como mesa, en los seres vivos lo ves directamente. Está ahí.

VG: – Sos director y ceo de tu propio espacio Ashtanga baires, tuviste alguna vez un alumno que no podía costear tus clases? Que sucedió?

ACH: – Si claro, en general lo que sucedió es que los invito a que sigan practicando, se han recuperado y luego han querido ponerse al día, el yoga es así, es muy generoso, si hay avivadas no me importa, no ando revisando.

VG: – Ya has escrito un libro “Ashtanga vinyasa yoga”, te gustaría relatar memorias de tus 22 años dictando y practicando ashtanga?  Que quisieras compartir?

ACH: – Me gustaría hacer algo pero no personal, no sobre una vivencia personal, sí contar pero sin hacer foco en mí, eso me pone pesado me carga de responsabilidad. En el yoga pasa mucho eso que uno transita el camino interno, el pratyahara, luego salir afuera es muy difícil. No todos los profesores de yoga saben cómo salir del pratyahara y enseñar.

VG: – Que pensás que entra buscando el alumno que decide comenzar con ashtanga y que pensás, según tu experiencia de 22 años como maestro, que termina descubriendo?

ACH: – Antes pensaba que la gente entraba por tal o cual cosa, hoy día me maravillo con el universo humano porque ni ellos saben porque se acercan. En los Yoga Sutras los comentaristas hablan de que siempre hay un recuerdo de otra vida en la práctica del yoga, lo que trato de que descubran es que buceen en ellos mismo, que vayan al fondo de ese mar, que descubran que ellos son conciencia pura, este es mi trabajo y yo como profesor enseño lo que yo busco o encuentro, yo sigo buceando en mí.

VG: – Un cambio visible en los ashtanguis nuevos?

ACH: – Entusiasmo al toque, vitalidad. Guarda! Ese entusiasmo hay que moderarlo porque se puede dar vuelta y perjudicarte eh?

VG: – Como es un día en la vida de Alejandro Chiarella?

ACH: – Trato de levantarme con mis hijos, me tomo unos mates apenas se van a estudiar, termino mi termo de mate y empiezo mi práctica, hago una sesión de meditación y pranayama, todo eso me lleva 2 horas y ½, luego preparo la comida y salgo a la calle a mis actividades.

VG: – Como imaginas que estáras de hoy a 22 años más?

ACH: – La pregunta me sorprende muy gratamente, mi cuerpo va a estar viejo pero me veo muy feliz y con la tarea cumplida.

VG: – Cual quisieras que fuera el legado de Alejandro Chiarella y de ashtanga baires?

ACH: – Me gustaría poder dejar una buena imagen del yoga, como realmente el yoga es, no solo posturas sino un camino interno que verdaderamente puede mejorarte por completo, hacerte mejor humano, más feliz, eso me gustaría.

VG: – Ashtanguis técnicos o ashtanguis emotivos? Yo por ejemplo no tengo mucha técnica recién estoy a las trompadas con la serie 1 pero me nace mucho amor cada vez que practico, bueno yo vengo del baile donde es considerado luego de la técnica como una base sólida, que aflore el sentimiento porque eso es lo que llega, pasa lo mismo con la práctica de ashtanga?

ACH: – (Se ríe). Las dos cosas, la técnica solida pero acompañada siempre de la emoción, la respuesta no es técnicos o emotivos, la palabra es “y”. Empatía con el otro, ponerse en lugar del otro, si no tenés eso, no te vas a poner en contacto con la otra persona.

VG: – Que siente Alejandro  al momento de comenzar su práctica?

ACH: – Vagancia, pero como practico hace tanto y todos los días, mi forma es que me tomo un termo de mate, cuando el termo se termina, ahí me pongo en el mat y comienzo mi práctica, veo memorias, veo figuras, patrones que me persiguen y finalmente en la relajación final veo y siento una gran, gran relajación y unidad.

VG: – Un consejo para todos los ashtanguis del país?

ACH: –  El ashtanga es, físicamente, un sistema demandante por lo tanto la gente que se acerca al sistema es firme o fuerte o exigida, lo que yo veo mucho es que hay una sobre exigencia en la práctica, quisiera que se lo tomaran más relajadamente, practicas constantes a largo plazo y no todo ya y ahora.

VG: – Un consejo para los novatos ashtanguis?

ACH: – Lo mismo..

VG: – Un libro que leés y leés una y otra vez?

ACH: – Una nueva tierra de Eckhart Tolle

VG: – Una asana favorita? Esa que amás que recontra re gozás?

ACH: – Urdhva danurasana, el arco hacia arriba o como uds. lo llaman el puente.

VG: – La que te sigue “molestando” o por la que todavía cuesta pasar?

ACH: – Marichyasana D, me cuestan las torsiones, las posturas que más me cuestan son también las que más atraen, me dan algo que las posturas más fáciles no me dan,  trabajan algo en mí que me abre puertas, me dán más profundidad.

VG: – Solemnidad o un poquito de humor?

ACH: – Humor, nada acartonado…

VG: – Hombre orquesta, empresario emprendedor o me sorprendió el éxitos y acá ando navegándolo sin todavía creerlo?

ACH: Sin lugar a dudas la última opción. Me sorprendió el éxito sin dudas.. y tampoco el gran éxito, las cosas me fueron sorprendiendo..

VG: – Ashtanga en una palabra

ACH: – Luz…

VG: – Alejandro en una palabra.

ACH: – Buscador…

VG: – Un gesto universal de amor por excelencia?

ACH: – Un gesto universal? Un gran gran abrazo y un beso.

Nos despedimos con ese gesto universal de amor, yo agradecida por su tiempo y sus palabras, al fin y al cabo, Alejandro Chiarella es pionero del sistema de yoga Ashtanga Vinyasa Yoga en el país, una rama que creció muchísimo en los últimos 22 años gracias a instructores como él.

Y eso no es poca cosa.

Y si hay algo que me inculcaron mis padres desde niña es que en la vida, hay que ser agradecido.

ACH: – Bueno te dejo, me tengo que ir a hacer mi práctica.

Entrevista by Viviana Gimena Gigante para www.ochitocortado.com EXCLUSIVAMENTE (no es para absolutamente ninguna otra entidad que utilice este material con fines lucrativos o de publicidad)