Mi proyecto: Argentina ashtanga project

He descubierto el enorme y auténtico talento de Maestros que hay en nuestro país y sin embargo, sólo veía la invitación a clases de grandes ashtanguis de otra parte del mundo y dije: – ¿Pero como puede ser que en Argentina no haya un congreso, un evento donde solo estén nuestros Maestros? ¿Porqué nunca nadie los convocó?
Quien ha tenido la suerte de viajar por el mundo y tomar clases con grandes referentes del Ashtanga, es un virtuoso pero estoy convencida de que la gran mayoria comenzamos en nuestra tierra, en nuestra ciudad, provincia y barrio. Comenzamos con ese profesor con su sala en el living de su casa, en la terraza, en un espacio reducido todos apretados en silencio, con ese que pudo o no viajar a la India, con ese que un día largó todo y decidió compartir desde la enseñanza, su vida en el Ashtanga.
No voy a negar jamás que mi primer profesor de Ashtanga es Argentino, que sí, que viajó a India y él fué formado con su gurú pero, es Argentino. De ninguna otra parte del mundo que no sea mi país. Yo llegué con un cuerpo en deteriorado, dolores, y con un espíritu confundido y atormentado y lentamente sola y con la lucecita que te alumbra en la práctica, fuí sanando (aún lo sigo haciendo) y todo eso me pasó en Belgrano y en Villa Urquiza, no en Nueva York, no en Mysore. Me pasó acá.
Acá.
Practicar Ashtanga es exactamente igual a construir un buen amor: de a poco. Se cuida lentamente el proceso de aprendizaje, las asanas, las lecturas, los pensamientos. El hilo que te separa del fanatismo hermético mysoriano es súper delgado. Siento mucha trizteza cuando me doy cuenta que debo encarar una charla con una persona que quiere empezar a practicar, explicándole que hay dos formas de aprender y que la mysoriana es, bueno, un poco rígida para los novatos.
Las tradiciones en sí no obligan a las personas a ser inflexibles. Las personas obligan a las personas a serlo. Raro no? Más bien, diría: injusto.
Pathabi Jois, quien creó la serie, siempre daba clases guiada o por conteo pero sin embargo acá es muy dificil encontrar un espacio donde se den clases por conteo, todos dan mysore. Y la otra opción? Que? No es Ashtanga?. Todos quieren tanto al Ashtanga que son tradicionales y casi casi eliminaron la posibilidad de que la gente nueva comience con practicas guiadas.
Casi casi no tenemos opción.
Con un cuento trataré de pasar el mensaje:
Había una vez una mujer que decidió aventurarse a conocer más allá del jardín de su casa, había una zona bella y muy llamativa repleta de árboles que todas las tardes prometía conocer pero nunca se animaba, siempre tenía cosas para hacer en su casa y el bosque siempre estaria allí. Al fin y al cabo, cuando un bosque desapareció? reflexionaba. Si no tenía que estudiar, tenía que lavar, cocinar o visitar a sus familiares.
Una tarde decidió pasear por esa arboleda y se dirigió a ella, paseó curiosa y maravillada con tanta belleza que estaba ahí, cerca de su casa que se perdió. Cayó el sol y salió la luna y ella que nunca había pasado la noche en ese bosque, se sintió extraviada. Decidió seguir caminando segura de que encontraría a algún vecino que viviera dentro de ese bosque a quien le pediría una lampara para volver a su casa, la gente es caritativa, pensó, y se apiadarán de mi inocencia y curiosidad que me dejó en el bosque muchas horas por contemplar su belleza.
A lo lejos divisó una lucecita, y la siguió hasta encontrarse en la puerta de una humilde casa donde tímidamente, llamó a la puerta, nerviosa, escuchó los pasos de alguien.
-Buenas noches vecino, vivo en la casa fuera del bosque y paseando se me hizo tarde, quedé sin sol y me extravié, ud. podría prestarme una lámpara para que me guíe y así pueda retomar el regreso del camino a mi casa? Yo sé que es cerca, mañana temprano me adentraré para devolvérsela.
El vecino la miró contemplativo, y contestó:
– Si ud. a entrado al bosque y se ha extraviado, yo le aconsejaría que pase la noche en mi casa con mi familia y por la mañana se regrese a su casa, tengo solo una lampara y es la que alumbra la mesa de mi hogar, si se la presto quedaremos en penumbras nosotros porque sólo la leña nos daría claridad, y a mi esposa le gusta tejer al lado del fuego alumbrada con la lampara.
Y la mujer se quedó en silencio y el hombre también, sin saber que hacer pasaron las horas y salió el sol permitiéndole ver el camino y regresando a su casa.
Moraleja: cada uno debe darle la interpretación que más le convenza.
La práctica de Ashtanga es tanto guiada como mysore, en la India (donde nació) se utiliza mayoritariamente el estilo mysore, lógicamente. Cuando vienen a bailar tango a argentina se baila tango salón bien al piso y tradicional, pero eso no implica que si alguien hace alguna pirueta un poco al aire, no sea tango. Una cosa no anula la otra y las dos son parte de una misma.
Cada uno tiene un tiempo de descubrimiento para la practica mysore, cada uno debe tener la opción de elegir y no es la opción del maestro esta, es la del alumno, el maestro cuida y guía pero no impone. Un maestro que impone, bueno, es peligroso.
Las lesiones en las practicas surgen mucho más en mysore que en las guiadas, hay excelentes profesores que cuidan a cada alumno en cada practica guiada y hay alumnos que descubren más asanas de esta forma que de la “tradicional” y esto los enamora aún más de la practica y no es acaso ese el fin del yoga? Porque creemos que la practica debe ser medida con cuenta gotas? Porque no hacer la entrega y estar limitandola?. Eso es miedo. No se puede tener miedo cuando hablamos de amor.
El yoga ha sido un regalo de los Dioses para los humanos y somos los humanos los que lo convertimos en una cadena de negocios, en una escuela de pensamiento, en un totalitarismo donde hay dos bandos enfrentados descalificándose entre ellos y a medida que la gente entra por la puerta del Ashtanga se topa con estas escuelas totalitarias donde obligan a cada alumno a tener que soportar el peso de la tradición desde el segundo 0 sin entender nada. Muchos lo aceptan, muchos no y no vuelven a la practica.
Esto lo sé porque cuando mis amigos me hablan de lo que alguna vez trataron de hacer al practicar Ashtanga, créanme, lo dicen ofuscados y con malos recuerdos.
Contradictorio no?
El entendimiento surge con la permanencia y la permanencia surge con la decisión de permanecer.
No espantemos alumnos por favor, practicas guiadas y prácticas mysore son Ashtanga vinyasa yoga, dejémos la tradición para quienes quieran abrazarla y respetemos que los beneficios de la practica están en ambas partes y no solo en mysore.
Y esto lo escribo porque yo soy una practicante que hace (e hizo) clases guiadas hasta que yo misma decidí abrazar la tradición ( y no del todo!)
Namasté.